A pesar de la canícula que tenemos hoy por estas tierras, o quizás precisamente por ello, por el calentamiento global que me invade, me he decidido a escribir estas líneas.
Denuncian los abogados andaluces que se les revise las retribuciones en sus asistencias en los turnos de oficio. Que dicen que ya está bien. ¿Tienen razón o es pedir por pedir?
Yo se los digo, pues un simple dato es relevante: los de aquí cobran una media 106 € por asistencia, y en el norte de nuestro país es de 312€. Mucha diferencia ¿no?
Estamos hablando dentro de un mismo territorio, quiero decir que no estamos comparando los nuestros con los de otro país europeo, aunque me temo que ahí también perderíamos por goleada.
Esto me rescata de la memoria las discusiones que en la década de los ochenta del pasado siglo mantenía un servidor con mis compañeros del norte de empresa donde trabajaba. Nunca entendí, insisto, que trabajando en una misma empresa, los compañeros de “allá arriba” cobrasen al menos un 30% más que nosotros, “los de abajo”. Y cuando, de manera vehemente defendía ante ellos que trabajábamos las mismas horas, conseguíamos parecidos logros comerciales, etcétera, a falta de argumentos me decían, muy en serio, “ pero allí sois mas graciosos y tenéis mas sol” y daban por zanjada la discusión.
Han pasado casi cinco décadas y observo que continuamos igual. No sé si es cosa de la economía, de la política o de las dos cosas. Solo espero de todo corazón que el argumento no continúe siendo el mismo, porque gracia, la normal, pero sol, nada más que hay que mirar el termómetro.
Ah! ante la posible pregunta que se puedan estar haciendo, sí , tengo familiares abogados y, sí, tengo muchos amigos que lo son. Por ellos he roto esta lanza el día más caluroso de lo que va de año. Que ya está bien.
Ya sabéis, me debéis una caña de vuestro próximo turno de oficio. Tampoco da para mucho más.
JL Pinto