Según nuestro rico, aunque últimamente maltratado, idioma, “retratarse” es un verbo pre nominal cuyo significado es: proyectar una persona mediante sus palabras algo que quería mantener oculto. No pretendo dar ninguna lección de gramática, ni de lengua, ni tan siquiera de giros coloquiales más o menos usados en el día a día. Simplemente quiero denunciar lo que está ocurriendo desde las pasadas elecciones hasta el día de hoy.
Una vez que todas (las personas) hemos pasado por las urnas para depositar nuestra opción política mediante el voto, y conocidos los resultados de las pasadas elecciones, hace justo hoy un mes, estamos asistiendo a lo que debería ser el uso y juego de la democracia, pero que se ha convertido en un esperpento, en un espectáculo, nuevamente, bochornoso, que posiblemente nos lleve a tener que pasar de nuevo por la caja transparente de la democracia. Y si eso llegase a suceder creo que todos habremos comprendido, hayamos votado a la opción que sea, que nuestro políticos han dejado claro que nosotros les importamos una higa, un pimiento, vamos una m….., y que una vez que depositamos el voto, todo se queda en nada.
Queda claro que lo único que les interesa por encima de todo, -y en ese de “todo” estamos incluidos los casi CUARENTA Y SIETE MILLONES de españoles- , es el PODER. Lo de gobernar que lo haga cada uno en su casa. Eso es lo que hay, y además, y es lo peor, lo dicen y lo muestran sin ningún tipo de disimulos.
Eso sí, si nos vuelven a llamar de nuevo a las urnas, a ver con qué cara nos vuelven a decir que es por España, esa palabra con la que se les llena la boca y según dicen, el corazón, pero que se evapora en el aire cuando la pronuncian, como se evapora el barniz del lienzo de ese retrato que se han hecho todos ellos. Patético y mediocre retrato.
JL Pinto