No han transcurrido48 horas desde que un equipo deportivo de élite ha realizado una proeza incontestable, única en el deporte de nuestra ciudad, de nuestro país y me atrevería decir que de Europa.
En este momento muchas personas se pueden estar preguntando que a qué me refiero.
Nuestro equipo de futbol no puede ser porque por desgracia no anda en sus mejores momentos, y del de baloncesto para qué hablar. Entonces, si no es fútbol, si no es baloncesto, ¿ de qué estoy hablando?
Me estoy refiriendo a nuestro equipo de BALONMANO FEMENINO, con mayúsculas, RINCON FERTILIDAD, quienes a los títulos cosechados hace pocas fechas de COPA DE LA REINA y SUPERCOPA DE ESPAÑA, ha sumado el máximo galardón continental proclamándose campeonas de la COPA EHF, o lo que es lo mismo, la COPA DE EUROPA.
No existe equipo femenino español que haya conseguido algo semejante, y nada de lo sucedido ha ocurrido por una racha de buena suerte.
Tengo la suerte de conocer el carácter y la identidad de muchas de las personas que hay detrás de este grupo humano, y “dejarse la piel” es una frase hecha que en este caso le hace poca justicia.
Por eso he querido dedicarle unas líneas como agradecimiento, como malagueño, por hacerme sentir orgulloso de mi tierra y de sus gentes; como homenaje a los que están y a las que por desgracias se han ido y por haber conseguido hacer realidad un sueño, que muchos consideraban inalcanzable. Para esto están los sueños, para alcanzarlos.
Los que conocemos a este equipo de años, desde los inicios con Carmen Morales, Diego Carrasco, q.e.p.d., ( cuántas miradas al cielo cada vez que han recogido una de esa copas), Pepa Moreno, y al frente de todos ellos, en la sombra, Manolo Rincón, empujaron el proyecto que se ha consumado esta temporada con un equipo de verdaderas “panteras”, – titulo popular ganado a pulso- . Con un entrenador, Suso Gallardo, que acompañado de su cuerpo técnico, ha logrado hacer un cesto único, exclusivo, de unos mimbres de verdaderas profesionales luchadoras, con espíritu inigualable de equipo, entregadas a hacer realidad este gran sueño.
Y humildes, muy humildes…pero dentro de orden.
Que no les falte el reconocimiento.
Dicho queda.
Enhorabuena, ¡Viva Málaga!
JL Pinto